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La propuesta de reducción de la jornada laboral en México no implicaría una disminución en el salario de los trabajadores, asegurando que mantengan sus ingresos y calidad de vida.
La propuesta de reducción de la jornada laboral en México tiene como objetivo mejorar el equilibrio entre la vida personal y profesional de los trabajadores. Aunque ha enfrentado varios obstáculos, la mayoría de la ciudadanía sigue solicitando que se apruebe, incluso ya organizan una marcha para este 1 de septiembre.
Presentada por la diputada Susana Prieto Terrazas, exmiembro de Morena, la iniciativa busca modificar el artículo 123 de la Constitución y el artículo 69 de la Ley Federal del Trabajo. El objetivo principal es reducir la jornada laboral de seis días a cinco días semanales, disminuyendo el total de horas de 48 a 40, garantizando al menos dos días de descanso para los trabajadores.
En octubre de 2023, la Cámara de Diputados no aprobó el dictamen, lo que retrasó su avance. Sin embargo, se realizaron foros de Parlamento Abierto con la participación de empresarios, trabajadores y expertos para discutir la reforma. A finales de noviembre, la Comisión de Puntos Constitucionales aprobó el dictamen, y se espera que pueda ser aprobado en 2024. La implementación de esta reforma sería gradual, permitiendo que las empresas se adapten poco a poco a la nueva normativa.
En 2023, la jornada laboral en México se define de la siguiente manera:
- Diurna: Máximo de 8 horas (6:00 a 20:00 horas).
- Nocturna: Máximo de 7 horas (20:00 a 6:00 horas).
- Mixta: Máximo de 7.5 horas, combinando períodos diurnos y nocturnos.
Reducir la jornada laboral puede mejorar el bienestar y la productividad de los empleados, proporcionando un mejor equilibrio entre la vida laboral y personal. Estudios indican que jornadas laborales más cortas aumentan la satisfacción y eficiencia de los trabajadores, beneficiando a las empresas en general.
La reducción de la jornada laboral también implicará ajustes en el pago de horas extra. En México, el tiempo extra trabajado se considera a partir del final de la jornada laboral estipulada en el contrato, que no debe exceder de 8 horas al día en turnos nocturnos. Las horas extras no pueden sobrepasar las 3 horas diarias ni darse más de tres veces por semana.