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Continúa el calvario de clientes y dueños, nadie les cumple.
Por Víctor Flores
Luego de 2 meses de espera condóminos del desarrollo Marea Elite Residence de Puerto Cancún, cargaron nuevamente contra la administración del polémico condominio, no ha cumplido sus promesas y compromisos y que ahora está peor que nunca.
Apenas el fin de semana pasado condóminos, entre ellos el hijo de uno de los dueños se quedaron atrapados en un elevador durante poco más de 2 horas, por fallas en el suministro eléctrico, además de que el edificio “inteligente” no cuenta con planta de luz de emergencia.
Para resolver el problema se requirió de bomberos y elementos de Protección Civil Municipal quienes acudieron a Puerto Cancún a rescatar a los condóminos que quedaron atrapados al interior del elevador.
Molestos los afectados recordaron que después de la protesta pública del pasado 12 de agosto donde se manifestaron para exigir se cumpla la entrega de sus departamentos al 100 por ciento, con sus amenidades y acabados de lujo, como se estipula en el contrato de compra-venta, a la fecha la empresa desarrolladora no ha cumplido.
Informaron que Marea Elite Residences sigue faltando a sus promesas y acuerdos, y aun así sigue vendiendo el fraude a otros clientes.
Los vecinos piden la intervención de las autoridades reguladoras de este tipo de inmuebles, condominios o desarrollos para que se cumpla a los clientes que ya pagaron en un 100 por ciento sus propiedades, ya que son víctimas de un millonario fraude.
Asimismo alertan que es momento de poner un alto a la comercialización de sus departamentos, ya que siguen defraudando a la clientela con puras promesas.
El edificio carece de buena energía eléctrica, no hay gas estacionario para su mayor seguridad, no hay agua potable, ni contrato con Aguakán, les surten agua a través de pipas, las amenidades prometidas no existen, los pasillos están en obra negra, los acabados son de mala calidad, hay filtraciones y otros vicos ocultos, en departamentos que tiene un costo que van desde los 8 hasta los 25 millones de pesos.
Condóminos están hartos y arrepentidos de haber comprado en este inmueble propiedad del empresario Gustavo Tomé, quién los ha dejado abandonados y a su suerte durante varios años con una obra inconclusa y no les da la cara.