- Rechazan reforma laboral de semana de 5 días a sus trabajadores.
Por Víctor Flores
Hoteleros pegan el grito y rechazan la reforma laboral que busca otorgar dos días de descanso a los trabajadores de la industria hotelera y gastronómica.
Como siempre una vez más los hoteleros solo ven por sus privilegios y la prosperidad de sus negocios, sin importar la responsabilidad social de sus empresas con él destino que les ha dado mucho, ni con su personal y sus familias.
Los hoteleros afirman que dos días de descanso obligatorio para los trabajadores sería negativo para sus negocios, pero nunca hablan de los beneficios que por años le han otorgado las bellezas del Caribe mexicano para ganar dinero y expandirse y el trabajo de sus trabajadores que hace posible su éxito.
- Los empresarios y hoteleros hablan de empresas socialmente responsables, pero en los hechos eso no existe.
Los turistas pagan impuesto al hospedaje y un derecho de saneamiento ambiental, ¿y los hoteleros qué? ni siquiera quieren pagar la publicidad de sus hoteles y presionan para que lo haga el gobierno.
Los hoteleros quieren manejar para beneficio propio y para promocionar el destino y sus hoteles, la millonaria recaudación del 5 por ciento de Impuesto al Hospedaje que el gobierno estatal cobra los turistas que visitan los destinos de Quintana Roo y que este año será de más de 700 millones de pesos.
Aclaro, no es dinero que pongan los hoteleros de su bolsa, es un impuesto que se cobra al turista por hospedarse en sus hoteles, por encima de altas sus tarifas, un recurso que debe ir a las arcas del erario público para obras y beneficio social de la comunidad, y que hasta hoy un 80 por ciento de ese millonario monto, más de 500 millones está etiquetado para la promoción turística.
Están acostumbrados que el gobierno federal y estatal los llene de incentivos para invertir y que se le pague la promoción del destino, resultado de ello, actualmente el Fideicomiso de Promoción Turística de Quintana Roo, registra una deuda de mil millones de pesos que tendrá que pagar el gobierno del estado.
Los hoteleros siempre han navegado con todo a su favor, la industria hotelera es boyante, con buenos niveles de ocupación y altas tarifas producto de esa promoción turística que paga el gobierno y de las bellezas del destino con las que lucran.
Siempre han vendido la idea de que deben ser beneficiados y tener privilegios fiscales por venir a invertir y generar empleos, pero nunca dicen que pagan salarios de “hambre” y que los trabajadores de esta industria sobreviven gracias a las propinas de los visitantes.

- Los trabajadores ganan más de propinas que de sueldo y no hay más incentivos.
Entre Cancún y la Riviera Maya, los hoteleros enfrentan una crisis de mano de obra para operar sus centros de hospedaje, algo así como 20 mil vacantes que no han podido llenar y esto es consecuencia de los precarios salarios.
Muchos prefieren irse a trabajar al Tren Maya, a las obras de infraestructura del gobierno federal, a los ayuntamientos, al aeropuerto, agencias de viajes, plazas comerciales u otro centro de trabajo.
El Covid también les dejó una enseñanza a los trabajadores de la hotelería, ante el cierre de hoteles y desempleo, los enseñó a emprender, a montar pequeños negocios y darse cuenta que podían ganar más dinero en casa y alado de sus hijos, que trabajando 10 y 12 horas diarias en la hotelería.
- Muchos después de las oleadas de Covid ya no regresaron a la hotelería.
Tengo testimonios de trabajadores que se contagiaron en sus hoteles y luego ellos contagiaron a sus familias causándole la muerte, sin que los hoteleros hayan sido empáticos con ellos.
No es un secreto que mucha gente no quiere trabajar en la hotelería por sus horarios extenuantes, carga de trabajo y poca paga, “Es muy matado”, “Te negrean”, “Son muchas horas”, se oye decir a ex empleados de la hotelería.
- PROBLEMAS SOCIALES EL RESULTADO
Trabajar en la zona hotelera, no solo implica 10 horas de trabajo en promedio, sino dos largas horas para ir al centro de trabajo y otras dos para regresar a casa.
Implica dejar a los hijos abandonados por muchas horas, porque casi siempre trabaja la pareja para poder solventar los gastos, lo cual también es un problema social que da lugar a la deserción escolar, pandillerismo, drogadicción, embarazo precoz, prostitución, desintegración familiar, desaparición de menores y hasta la muerte.
La desintegración del tejido social, es un problema social que crece de manera preocupante en las colonias de Cancún, Playa del Carmen y Tulum por citar algunos destinos, una realidad de la que hoteleros son ajenos.
Gritan ahora que una semana de cinco días laborales los va a afectar, cuando es un asunto que se resuelven con una buena rotación de personal, capacitación y buenos salarios.
Las tarifas de los hoteles de Cancún, son las más caras de todo México y América Latina. Cancún, Playa del Carmen y toda la Riviera Maya son destinos caros y el sueldo de los trabajadores no es congruente, la prosperidad hotelera no es compartida, razón de la alta rotación de personal y deserción laboral.
Hace falta más empatía de los hoteleros, apoyar a sus trabajadores, ellos son el rostro del servicio, de la calidad y de la hospitalidad de sus hoteles.
Si aquí no los valoran no se quejen que Dubai, Qatar, España, Estados Unidos y Republica Dominicana, los estén reclutando para sus hoteles.
FACTA NON VERBA
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