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La actualización permite usar direcciones IP compartidas con empresas, servicios esenciales y bancos, evitando el bloqueo ordenado por el Tribunal Supremo.
Muchos usuarios brasileños de internet volvieron a tener acceso a X este miércoles, a pesar de la prohibición judicial que pesa contra la red social, por una actualización en la aplicación que hace más difícil su bloqueo.
La actualización, realizada la pasada madrugada, permite a la aplicación usar direcciones IP dinámicas que cambian constantemente, según explicó la Asociación Brasileña de Proveedores de Internet y Telecomunicaciones (Abrint) en un comunicado.
Muchas de esas IP son compartidas con otras empresas, incluidos servicios esenciales y bancos, lo que “hace imposible bloquear una IP sin afectar otros servicios (…) y a internet como un todo”, según afirmó la Abrint, asociación que representa a proveedores de internet regionales.
La Abrint orientó a los proveedores regionales, responsables del 53% del servicio de fibra óptica del país, a no tomar acciones hasta que reciban instrucciones precisas del órgano regulador.
Este miércoles, la aplicación de X continuaba bloqueada usando redes de proveedores importantes, como Vivo o Claro, pero era accesible usando redes de fibra óptica de proveedores pequeños, según pudo comprobar EFE.
El servicio de X está bloqueado en Brasil por orden del Tribunal Supremo desde el pasado 31 de agosto, por el incumplimiento de órdenes judiciales y por la decisión del dueño de la empresa, Elon Musk, de retirar el representante legal en el país.
La decisión, tomada por el juez Alexandre de Moraes y ratificada por la primera sala del alto tribunal, impone multas diarias de 50,000 reales (cerca de 10,000 dólares) a cualquier persona que acceda a la plataforma usando subterfugios, tales como servicios VPN.
La semana pasada, el juez ordenó transferir a las arcas del Estado brasileño unos 3.3 millones de dólares desde cuentas bancarias bloqueadas de X y Starlink, empresas propiedad de Elon Musk, para pagar las multas impuestas a X.
El caso contra X se circunscribe en una causa más amplia que investiga la diseminación de noticias falsas en las redes sociales, en la cual figura como investigado el magnate sudafricano.
Las multas fueron impuestas por la negativa de X a cumplir órdenes judiciales de bloquear perfiles sospechosos de difundir noticias falsas, entre los cuales figuraban blogueros y voceros de la ultraderecha que lidera el expresidente Jair Bolsonaro, también investigado en el caso y por conspirar para dar un golpe de Estado.
Elon Musk reaccionó con descalificaciones contra el juez De Moraes y contra el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, y con la publicación de documentos sigilosos del proceso judicial que, según él, exponen la ilegalidad de las órdenes judiciales emitidas por el magistrado.
El pulso entre De Moraes y Musk empezó meses atrás y ha movilizado a la extrema derecha y al propio Bolsonaro, que este miércoles celebró el desbloqueo de X y felicitó a los que han presionado por “la defensa de la democracia en Brasil”.