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Si se confirma, esta línea de estrellas sería el primer rastro descubierto de un agujero negro supermasivo que perdió el control y escapó de su galaxia.
Un equipo de científicos de la Universidad de Yale ha descubierto lo que parece el rastro de un agujero negro supermasivo fuera de control. Es decir, igual que los cometas dejan su propia estela, en este caso un agujero negro que salió disparado de su galaxia habría dejado un rastro de nuevas estrellas detrás de él.
Han podido llegar a esta conclusión gracias a las imágenes captadas por el Telescopio Espacial Hubble y las mediciones posteriores de varios instrumentos ubicados en el Observatorio Keck, en Mauna Kea, Hawái.
Los autores del estudio quieren confirmar los datos para estar seguros. Y es que, si confirman lo que ya sospechan, sería la primera vez que se descubren evidencias de un agujero negro supermasivo fuera de control. Además, tienen una interesante teoría sobre cómo pudo escapar del centro de su galaxia con ayuda de otros dos agujeros negros.
Las imágenes que han dado lugar a este hallazgo fueron captadas por primera vez por el Hubble. Gracias a él, se detectó una curiosa línea fina, formada por estrellas jóvenes. Durante los últimos 50 años, se ha sospechado que los agujeros negros supermasivos podrían perder el control y escapar de su galaxia, pero no había evidencias para demostrarlo.
Por eso, fue la primera sospecha de los científicos que detectaron esa línea captada por el Hubble. Para verla mejor, recurrieron al Espectrómetro de Imágenes de Baja Resolución (LRIS) y el Espectrógrafo Echellette de Infrarrojo Cercano (NIRES) del Observatorio Keck. Esto les permitió tomar imágenes más cercanas y seguir corroborando sus sospechas.
Se veía claramente que la línea, de 200.000 años luz de longitud, estaba formada por estrellas jóvenes y que en su extremo había un nudo brillante de gas ionizado. Lo último que llama la atención es que en la galaxia de la que nace esa línea no hay ningún agujero negro en su centro. Al menos, no uno que se pueda detectar fácilmente por la emisión de chorros de energía en forma de rayos X. Generalmente, todas las galaxias tienen en su centro un agujero negro que se puede detectar de este modo, por estar engullendo la materia a su alrededor. Por eso, su hipótesis es que el que un día hubo allí salió disparado.
- Durante su trayecto, fue dejando tras de sí gas que, al enfriarse, propiciaba la formación de nuevas estrellas. Todas esas estrellas eran al menos la mitad de brillantes que el resto de la galaxia, lo cual indica su juventud.
Estos científicos no solo tienen que confirmar que están ante un agujero negro supermasivo fuera de control. También deben discernir cómo salió disparado. Aunque ya tienen una hipótesis.
Podría ser que dos galaxias, cada una con su agujero negro supermasivo en medio, fuesen atraídas entre sí. Esto provocaría que los agujeros negros formasen un sistema binario en el que uno tiraría del otro en una lucha interminable. Una lucha a la que pudo unirse un tercer agujero negro. En ese punto, se crearía una situación inestable que provocaría que dos de los agujeros negros torpedearan al tercero, como si de un tirachinas se tratase. Este saldría disparado de su galaxia, dejando a su paso una hilera de gas y nuevas estrellas.
- Sería la confirmación de lo que siempre se ha supuesto. Pero habrá que seguir estudiando para tener una mayor certeza. Desde luego, los agujeros negros nunca dejan de sorprendernos. Esta es solo una pequeña muestra de lo que nos queda por ver sobre ellos.