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Con tráfico de influencias Alberto Marrufo Gonzalez, miembro de la “Casta Divina” de Cozumel corrompe a jueces para despojar y humillar a su ex esposa e hijos.
Por Redacción
A pesar de los datos de pruebas que ha presentado la señora Donna Mc Daniels Duncan y la violencia familiar de la sido víctima, jueces corruptos han favorecido a su ex esposo Alberto Raúl Marrufo González, quien la ha despojado de todas las propiedades de ambos a través de compadrazgos e influencias políticas.
Marrufo González quien fue director de Turismo y director de la Fundación de Parques y Museos de Cozumel, ha usado sus relaciones familiares y políticas para corromper autoridades y torcer la ley a su favor
El también ex presidente del PRI y recaudador de renta del municipio en Cozumel, ha aceitado la maquinaria del aparato de justicia, para impedir que su ex esposa reclame propiedades que entre ambos construyeron.
En 1997, Dona Mc Daniel y Alberto Marrufo se casaron por bienes separados y procrearon dos hijos. Ese mismo año como regalo de bodas, los padres de Marrufo González le hicieron una donación de un terreno ubicado en la calle 23 (entre 10 y 15) de la colonia Andrés Quintana Roo de Cozumel, la cual a pesar de que no se plasmó en documento alguno es un jurídico existente, que fue presenciado por diversos testigos.
De igual manera el señor Raúl Alberto Marrufo Ferales y Elia Elizabeth González Flores, padres de Marrufo González, donaron a su hijo y a la señora Duncan un terreno con bodega ubicado en la 20 avenida entre 1 y Juárez, y tampoco se plasmó en documento jurídico.
En dicho terreno, Alberto Marrufo González y la señora Donna Mc Daniels Duncan construyeron en 1995, la tintorería denominada comercialmente “Tintorería del Mar”, mismo negocio que por estar en México, es un hecho notorio que las culturas de las parejas mexicanas ponen a nombre del hombre los negocios comunes, aun y cuando los dos trabajaron juntos compartiendo igualdad de responsabilidades.
De acuerdo con la cronología de bienes de la pareja, en 1994 la señora Duncan compró con recursos propios equipo para la tintorería en mención y aportó dinero para hacer crecer la empresa, ya que su aun esposo Alberto no tenía dinero para invertir en el negocio, dichas cantidades nunca la fueron regresadas, ni tampoco se le otorgó utilidad alguna, ya que Marrufo González, de manera fraudolenta cambió el negocio a nombre de algunos de sus familiares.
La donación del terreno en la calle 23, de la colonia Andrés Quintana Roo en Cozumel, se plasmó en escritura pública solo a nombre de Alberto Marrufo y posteriormente este le dono a su ex esposa el 50 por ciento del inmueble, lugar donde se construyó el domicilio conyugal, con dinero solo de Donna quien invirtió la herencia recibida de sus padres, pero una vez terminada la construcción de la casa, el perverso de Marrufo González revocó dicha donación.
En diciembre del 2012, ante problemas surgido en la pareja, el multicitado Alberto Marrufo González, corrió de la casa a la señora Duncan, entre otras cosas bajo el argumento que dicha casa era de él exclusivamente por estar casados bajo el régimen de separación de bienes, por lo que se quedó con la totalidad de la propiedad y no conforme se lo dono a su señora madre para que no hubiera ningún bien material que fuera tomado en cuenta en la compensación llegado el divorcio.
Todavía, Marrufo González renta dicha casa mediante la modalidad AIRB&B, sin otorgar ninguna utilidad a Donna y sin pagar algún compensación a sus hijos, quienes también se vieron afectados por estos hechos al pedirle su padre que sacaran sus cosas del domicilio porque la iba a alquilar.
Una historia truculenta basada en tráfico de influencias de Marrufo González, quien forma parte de la “Casta Divina” de Cozumel, funcionario privilegiado en los tiempos de sus primos Aurelio Joaquín González y del ex gobernador Félix González Canto.
Cabe resaltar que González Marrufo ejerció violencia económica y familiar contra su ex esposa e hijos, ya que sus acciones aun generan angustia en la señora Duncan e hijos.
Es de resaltar que la sentencia del juzgado que conoció el asunto reconoció que su ex esposa tiene derecho a un compensación económica, misa sentencia que fue apelada por Alberto Marrufo y se dictó nueva resolución en la carpeta familiar 157/2022 en la que se considera que la señora Duncan no tenía derecho a compensación alguna, por lo cual su ex esposa tramitó un amparo para que quedara subsistente la sentencia de primera instancia.
Dicho amparo le correspondió el número 51/2023 del Tercer Tribunal Colegiado del Vigésimo Segundo Circuito con sede en Cancún, estado pendiente la resolución correspondiente.
Cabe precisar que el juez de primera instancia en materia familiar resolvió con perspectiva de género y así lo planteó en la sentencia, pero de forma inexplicable el Tribunal Superior con sede en Cancún no tomó en consideración la relación asimétrica de poder a la que se encontraba sujeta Donna y le concedió la apelación a Marrufo González.
Finalmente es importante señalar que la audiencia inicial de este caso estaba programada de manera virtual para el 1 de septiembre de 2023, a la cual de manera inexplicable no se conectó ninguna autoridad del juzgado penal oral con sede en Cozumel, programándose de nueva cuenta la audiencia para este viernes 29 de septiembre.