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Entre simbolismo, controversia y un guiño a su disputa con Drake, el rapero ofreció un espectáculo para miles de espectadores en el Caesars Superdome
Kendrick Lamar ofreció un espectáculo cargado de simbolismo y declaraciones en el show de medio tiempo del Super Bowl 2025, celebrado en el Caesars Superdome de Nueva Orleans.
Durante su actuación, el rapero de 37 años abordó temas de identidad, resistencia y controversia. En un momento clave del espectáculo, declaró: “La revolución está a punto de ser televisada”, pero inmediatamente matizó: “Escogieron el momento adecuado, pero al tipo equivocado”.
La frase parecía rechazar la idea de que su papel es el de un líder político o un símbolo de lucha social, una imagen que le ha sido atribuida a lo largo de su carrera.
Un aspecto que llamó la atención de la puesta en escena de Kendrick fue el escenario, el cual diseñó el mismo Lamar con la intención de simular un mando de PlayStation y dar a entender que su vida es como un videojuego.
“Creo que [el tema del videojuego] era simbólico, su forma de llegar a los jóvenes. En gran parte muestra su viaje, recorriendo el sueño americano”, compartió la directora de arte del evento, Shelley Rodgers.
Samuel L. Jackson, vestido como el personaje de Tío Sam, apareció en varias ocasiones para enmarcar el espectáculo dentro de la narrativa del “gran juego estadounidense”.
Al principio del show, varios bailarines salieron de un Buick GNX, el cual se convirtió en un ícono en la carrera de Lamar por protagonizar la portada del álbum GNX, además de que el rapero confesó que ve este automóvil como un trofeo simbólico de su supervivencia en Compton.
Para lograr que los bailarines salieran del vehículo al estilo de los clásicos shows de payasos, se tuvo que destrozar un Buick por dentro que, por supuesto, no era el que se encontraba en la cochera de Lamar.
Shelley Rodgers contó que el primer reto que encontraron fue el precio de este auto clásico, el cual se disparó cuando fue la portada del más reciente álbum de Kendrick. En segundo lugar, los pocos autos que se encontraban en venta tenían varios problemas estéticos y cuando llegaron al que parecía perfecto, tenía asuntos legales sin resolver porque el dueño original estaba muerto.
A pesar de todo, la producción logró hacerse con el auto, y ahora, Rodgers asegura que el Buick GNX volverá a subir su precio entre los fanáticos de los motores y del rap.
Entre el público del show se encontraba el presidente Donald Trump, quien asistió al evento en medio de su regreso a la arena política.
La presencia de Trump en el evento dio otra dimensión a la actuación de Kendrick Lamar, quien, sin mencionarlo directamente, incorporó elementos visuales con carga política.
Sus bailarines, vestidos con atuendos en rojo, blanco y azul, evocaban la presencia de pandillas como Crips y Bloods, pero al final formaron una bandera estadounidense y levantaron el puño en lo que parecía un saludo de poder negro.
El espectáculo también tuvo un momento de interrupción cuando un miembro del elenco desplegó una bandera en apoyo a Gaza y Sudán antes de ser retirado del escenario por la seguridad.
En un comunicado posterior, la NFL aseguró: “Ninguna persona involucrada en la producción tenía conocimiento de la intención de este individuo”.
Más allá de su contenido político, la actuación del artista también tuvo un guiño directo a su actual disputa con Drake, que ha dominado el mundo del hip-hop en los últimos meses.
Kendrick Lamar, quien recientemente ganó el premio a Grabación del Año en los Grammy 2025 por su canción “Not Like Us”, insinuó la posibilidad de interpretar el tema en el show de medio tiempo.
“Quiero tocar su canción favorita, pero ya saben cuánto les gusta demandar”, dijo Lamar, antes de que los primeros acordes de la canción comenzaran a sonar.
Cuando finalmente interpretó el tema en su totalidad, avanzó en el escenario con una expresión desafiante. El clímax llegó cuando pronunció el nombre de Drake y se mostró sonriente.
La reacción del público fue inmediata, especialmente cuando la estrella del tenis Serena Williams, exnovia del mencionado rapero, apareció en escena vestida con un atuendo de tenis en azul y blanco.