La bolsa de Tokio se desplomó en un contexto de profunda preocupación por la economía estadounidense y de subida del yen, y el índice Nikkei sufrió la mayor caída en puntos de su historia. El comportamiento de los mercados y bonos ocurrió ante el temor a que Estados Unidos se dirija hacia una recesión hizo que los inversores se alejaran de los activos de riesgo, al tiempo que apostaban a que se necesitarán rápidas bajadas de tipos para rescatar el crecimiento. Los activos refugio, el yen y el franco suizo, se revalorizaban al deshacerse las operaciones de ‘carry trade’, mientras que el torrente de ventas provocó interrupciones en algunas bolsas asiáticas.
El ‘carry trade’ es una estrategia de inversión en divisas en la que se aprovechan las diferencias en los tipos de interés entre dos monedas para obtener ganancias. Consiste en tomar prestada una moneda con un tipo bajo y usar los fondos para comprar otra moneda con un tipo más alto.
El Nikkei japonés se desplomó 12.4% registrando su mayor pérdida en tres sesiones desde la crisis financiera de 2011. El yen japonés alcanzó su nivel más alto frente al dólar desde enero, al extender los mercados los movimientos desencadenados la semana pasada tras los débiles datos laborales estadounidenses, que avivaron los temores de recesión y las expectativas de mayores recortes de tipos por parte de la Reserva Federal.
Los datos de empleo, que se publicaron el viernes, se sumaron a una serie de débiles informes de beneficios de grandes empresas tecnológicas y a una mayor preocupación por la economía china, provocaban una venta global en los mercados bursátiles, el petróleo y las divisas de alto rendimiento, ya que los inversores buscaban la seguridad del efectivo. La preocupante debilidad del informe de nóminas de julio ha hecho que los mercados apuesten por una probabilidad cercana al 70% de que la Reserva Federal no sólo recorte los tipos en septiembre, sino que lo haga en 50 puntos básicos.
‘Hemos aumentado nuestras probabilidades de recesión a 12 meses en 10 puntos básicos, hasta el 25%’, señalan los analistas de Goldman Sachs en una nota, aunque consideran que el peligro es limitado por el margen de maniobra del que dispone la Reserva Federal para relajar su política monetaria.
Goldman espera ahora recortes de un cuarto de punto en septiembre, noviembre y diciembre. ‘La premisa de nuestra previsión es que el crecimiento del empleo se recuperará en agosto y el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés) considerará que los recortes de 25 puntos básicos son una respuesta suficiente a cualquier riesgo a la baja’, añadieron. ‘Si nos equivocamos y el informe de empleo de agosto es tan débil como el de julio, entonces sería probable un recorte de 50 puntos en septiembre’.
Los analistas de JPMorgan se mostraron aún más bajistas, al atribuir una probabilidad del 50% a una recesión en Estados Unidos. ‘Ahora que la Reserva Federal parece estar materialmente por detrás de la curva, esperamos un recorte de 50 puntos básicos en la reunión de septiembre, seguido de otro recorte de 50 puntos básicos en noviembre’, dijo el economista Michael Feroli. ‘De hecho, se podría argumentar a favor de una relajación entre reuniones, especialmente si los datos se suavizan aún más, aunque los responsables de la Fed podrían preocuparse por cómo podría (mal)interpretarse tal medida’.
Ante el comportamiento de los mercados asiáticos, la moneda mexicana también sufrió una depreciación y superó los 20 pesos por dólar, su nivel más alto en dos años. ‘La depreciación de hoy no fue por algo de México, es consecuencia del desplome en el mercado japonés y miedo por la posibilidad de recesión en Estados Unidos y escalamiento de la guerra en Medio Oriente’, destacó la economista Gabriela Siller.
Al menos dos de los nueve miembros de la junta del Banco de Japón pidieron una pronta subida de los tipos de interés en una reunión de política monetaria celebrada en junio, según las actas publicadas este lunes, lo que subraya la tendencia de línea dura del banco central, que deja margen para nuevas subidas en el futuro. ‘Los miembros estuvieron de acuerdo en que las recientes caídas del yen se encontraban entre los factores que impulsan la inflación y que deben ser objeto de especial atención en la orientación de la política monetaria’, mostraron las actas.
Las discusiones subrayan cómo los movimientos del yen y la preocupación por un exceso de inflación fueron factores clave discutidos en la reunión de junio del BoJ y llevaron a su decisión en julio de elevar los tipos de interés a niveles nunca vistos en 15 años. Con infromación de Reuters y AFP