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El ícono de la lucha libre nacional fue inducido al Salón de la Fama de la empresa.
La noche fue una fiesta. Y no era para menos: Rey Mysterio se convirtió en inmortal dentro de la WWE y todo su legado fue reconocido a la altura de sus hazañas en el ring. Sin embargo, hay un pendiente que el Amo del 619 se cobrará hasta hoy, pero que evitó a lo largo de varias semanas.
- El ícono de la lucha libre nacional fue inducido al Salón de la Fama de la empresa. Sus palabras fueron de agradecimiento y plasmaron a la perfección el tipo de hombre que es el veterano de mil batallas, sencillo, leal y entregado a los suyos. Pero dentro del corazón de Rey hay algo que no lo ha dejado dormir. Su hijo, Dominik, quien debería de proteger el manto de su familia, decidió darle un vuelco a su carrera y convertirse en uno de los rudos más odiados de la empresa.
Todo bien, pues cada quien y sus decisiones. El problema es que el vástago de Mysterio se ha dedicado a atacar a la familia, incluyendo al excampeón de WWE, a su propia madre y hasta a su hermana. Ante ello, el nacido en San Diego, pero de corazón tricolor, no duda y va a dar una lección.
“La paliza que le daré a mi «hijo se la dedico a todos esos padres que están aguantando a sus hijos como yo», comentó a pocas horas de protagonizar una batalla familiar en el ring más grande: WrestleMania 39.
Dominik ha subido sus bonos en la empresa a costa de su padre, situación que el mismo rudo reconoce como necesaria para ser una superestrella.
«Fue muy frustrante trabajar con mi papá porque no siempre entendía de dónde venía o lo que quería. No entendía lo que pasaba por mi cabeza. Pero, no me malinterpreten, disfruté el momento en que pude absorber todo el conocimiento de él».