Después de 24 horas de comentarios y debate sobre la recuperación de la tilde en el adverbio «solo» (que equivale a solamente), que ayer aprobó la Real Academia de la Lengua (RAE), esta institución matizó este viernes que solo estará justificado su uso cuando, a juicio del que escribe, exista riesgo de ambigüedad.
Durante años, la RAE recomendó usar la tilde cuando solo se utilizará como adverbio, para distinguirlo del adjetivo, hasta que en 2010 la suprimió, como ya pasó con otras palabras como fué. Sin embargo, desde entonces muchos escritores y académicos han defendido con pasión su uso, frente a otros que consideran que no era necesaria y la veían como algo «nostálgico».
Ese debate se vivió desde ayer en distintos foros y por eso, hoy la RAE aclaró que el «sólo» deberá justificarse cuando se use, después de que ayer el pleno de esta institución autorizará la tilde cuando haya riesgo de ambigüedad a juicio del que lo escribe.
Por ejemplo, si alguien escribe tilde en una oración como ‘Sólo vino Ana a la fiesta» será difícil que pueda explicar la existencia de una doble interpretación», indicó hoy la RAE su cuenta de Twitter, en la que explicó que la norma deja abierta la posibilidad de que no se tilden nunca ni el adverbio «solo» ni los pronombres demostrativos «este, ese y aquel», con sus femeninos y plurales.
Si el hablante percibe que existe riesgo de ambigüedad y escribe esa tilde, lo tendrá que justificar», señaló la Academia.
Salvador Gutiérrez Ordóñez, el académico director de la Ortografía y del Diccionario Panhispánico de Dudas (DPD), explicó que el pleno de la RAE aprobó una redacción más clara de la norma para publicarla en el Diccionario Panhispánico de Dudas, donde se añadirá que la tilde es «a juicio del que escribe», un «inciso» que, en su opinión, no cambia la norma.
No obstante, el académico y autor Arturo Pérez-Reverte, defensor de la tilde, aseguró tras el pleno en redes sociales que «a veces se ganan viejas batallas», en referencia a la reivindicación en este sentido que mantenían desde hace años escritores miembros de la RAE.
Asimismo, el también académico y escritor Luis Mateo Díez señaló que con este acuerdo «se ha solucionado el asunto»: «la naturalidad ha resuelto el problema» y la tilde estará «a cargo de quien quiera usarla», recalcó el autor.
Según fuentes del pleno, la norma en su redacción anterior no definía a juicio de quién podría existir la ambigüedad y se daban casos de exámenes y oposiciones en los que su utilización restaba nota porque solía depender del criterio del profesor o del examinador, mientras que ahora será a juicio del que escribe.
Por el contrario, para la lingüista Elena Álvarez Mellado, esa tilde no tiene justificación lingüística: «hay muchas palabras y muchas expresiones que son ambiguas en castellano y no por eso vamos poniendo tildes», que en castellano se utilizan siguiendo las reglas de acentuación», que son bastante «rígidas» en ese sentido, indicó en declaraciones.
Hay algunas excepciones y casos particulares, pero el de ‘solo’ no tiene justificación lingüística alguna», señaló Álvarez Mellado.
La RAE, fundada en 1713, tiene como misión principal velar por que los cambios que experimente la lengua española en su constante adaptación a las necesidades de sus hablantes no quiebren la esencial unidad que mantiene en todo el ámbito hispánico, según la institución.