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El campeón mundial de boxeo, Tyson Fury, fue derribado por el artista marcial Francis Ngannou, pero le alcanzó para derrotarle por decisión dividida.
El inglés Tyson Fury, campeón mundial de peso pesado del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), sufrió una caída ante el camerunés Francis Ngannou, excampeón de peso completo de UFC, pero aun así pudo derrotarle por decisión dividida en la contienda de boxeo que ambos sostuvieron en el Boulevard Hall de Arabia Saudita.
Los jueces Alan Krebs y Juan Carlos Pelayo votaron 95-94 y 96-93, respectivamente, a favor de Fury, mientras que Ed Garner vio ganador a Ngannou 95-94.
«Eso definitivamente no estaba en el guion. Es un gran luchador. Es fuerte, un gran pegador y mucho mejor como boxeador de lo que pensábamos que sería», dijo Fury al finalizar el combate. «Es un hombre muy raro y es un buen boxeador pegador. Lo respeto mucho, antes y después de la pelea.
En el tercer round un golpe descendente del camerunés envió a la lona al campeón del CMB y número uno del ranking de los pesados de ESPN.
La mirada de asombro de Fury mientras estaba en la lona reflejaba su sorpresa y anticipaba que el resto del combate no iba a ser un paseo como tenía presupuestado.
«Era muy incómodo. Él no se acercaba. Él estaba retrocediendo y esperando a que yo lanzara mis golpes y luego intentaba contraatacar. Es un buen luchador. Me ha dado una de mis peleas más duras en los últimos 10 años», agregó el británico.
Acerca de su caída Fury explicó: «Es parte del boxeo. Me atrapó detrás de la cabeza otra vez. No me dolieron las piernas ni nada. Estaba bien. Y me levanté. Fue lo que fue. Y volví a mi boxeo. No sé qué tan cerca estuvo. Pero obtuve la victoria y eso es lo que es».
El resto del combate Fury apeló a su IQ boxístico para detener con su jab y su juego de pies el poder del camerunés que salió muy fortalecido a pesar del revés en su estreno como profesional en el arte de Fistiana.
Los números proporcionados por Compubox reflejan la paridad que hubo en la contienda. Fury aterrizó 71 golpes (39 jabs y 32 de poder) por 59 de Ngannou (22 jabs y 37 de poder). Además, el inglés superó en cantidad de golpes conectados a su oponente en seis de los 10 rounds, lo que coincide con la decisión de los jueces.
Ngannou remarcó que está muy orgulloso de su desempeño y que ahora está listo para continuar perfeccionando sus habilidades en el boxeo. «Quizás él dio más golpes, pero demostré una vez más que mucha gente está equivocada. Soy un gran peleador.
«Podemos repetirlo y estoy seguro de que lo haré mejor. Este fue mi primer combate de boxeo. Fue una gran experiencia. No doy ninguna excusa. Sé que me quedé corto. Pero voy a volver y trabajar más duro con un poco más de experiencia y un poco más de sentimiento de juego, y volveré aún más fuerte.
«Al principio, estaba un poco nervioso. Este es un deporte nuevo que nunca practiqué. Ahora sé que puedo hacer esta mierda. ¡Así que prepárate! Soy un lobo y estoy listo para morder muchas ovejas», subrayó el camerunés.
Al finalizar el combate, que no deja muy bien parado al peleador inglés, el monarca unificado de los pesos completos y No.3 del ranking libra por libra, el ucraniano Oleksandr Usyk, subió al ring para confrontar al púgil británico.
Ambos peleadores confirmaron que la siguiente pelea de ambos sería entre ellos por los cuatro cinturones y la condición de campeón indiscutible de la división de mayor glamour del boxeo.