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Los seudotrabajadores bloquearon el acceso al recinto gasero e impidieron la operación de la planta y el suministro a hoteleros y playenses.
Por Redacción.
Al igual que ocurrió en Cancún, un grupo de choque presuntamente vinculado al sindicato de la CROC, tomó este miércoles, las instalaciones de la empresa Tomza Gas en Playa del Carmen para presionar la adjudicación del Contrato Colectivo de Trabajo que ostenta la CTM, sin embargo por la tarde-noche los protestantes habían impedido el acceso de una pipa cargada de gas al recinto gasero.
De manera premeditada gente vinculada a la CROC, ajena a la empresa gaseras, tomó las instalaciones de Gas Tomza, para exigir supuestos beneficios laborales simulando que son trabajadores de la gasera para desestabilizar a la empresa tanto en Cancún como en Playa del Carmen.
Ante los hechos ocurridos en dicha planta y el peligro que representa por el manejo de un producto químico volátil, los afectados interpusieron la denuncia correspondiente ante la Fiscalía General del Estado, cuyos hechos quedaron asentados en la carpeta de investigación FGE/QROO/BJ/0611988/2023.
- Los denunciantes indicaron que la empresa ha sido víctima de una extorsión por parte de gente externa relacionada con un sindicato ajeno a la CTM que es con quien tienen un contrato de trabajo.
Ante este hecho, explican la CROC ha recurrido a las amenazas, manifestaciones y violencia para tratar de presionarnos y ceder a ellos el Contrato Colectivo de Trabajo (CTT).
Este miércoles narran, nos han vuelto a presionar y mantuvieron bloqueado los accesos al recinto gasero con piedras y palos, al grado de impedir el acceso de los trabajadores y la salida de nuestros camiones repartidores.
Esta tarde precisaron nos impidieron la entrada de una pipa cargada de combustible, que no nos permite ofrecer el suministro a los consumidores habitacionales, ni a los hoteleros.
A pesar de nuestra denuncia e inconformidad señalaron, las autoridades no nos han dado garantías para que entre la gente y el transporte para poder descargar el producto y atender la demanda del combustible.
Se han metido reportes, pero nadie hace nada y nadie nos da garantías de seguridad a nuestro personal, planta y carrotanques del combustible, por lo que nos sentimos rehenes de un grupo que opera al estilo de la delincuencia organizada y de manera impune, una forma de terrorismo sindical que afecta a las empresas, trabajadores y consumidores.